Cada vez es más evidente que la tecnología, como la Inteligencia Artificial, está dejando de ser algo exclusivo para pasar a ser algo necesario. Según ha hecho saber la Comisión Europea en su informe “Índice de la Economía y la Sociedad Digitales 2018”, España se encuentra entre los países de la Unión Europea que ha experimentado un mayor progreso en su proceso de digitalización durante los últimos cuatro años, hasta situarse en el décimo puesto de los 28 estados.
El estudio “El reto de la transformación digital de la economía”, elaborado por la consultora Roland Berger, confirma que los tres sectores que se encuentran en un punto más avanzado dentro del proceso de digitalización, actualmente, son el sector de Telecomunicaciones e Internet, el de Turismo y el de los Servicios Financieros, ya sea porque son sectores que se han visto amenazados por el surgimiento de nuevos competidores con modelos más digitalizados o por su naturaleza más orientada al consumidor.
Ante este proceso de digitalización de las empresas ¿qué datos se utilizan para analizar el futuro? José Luis Cortina, presidente de NEOVANTAS, indica que “hasta ahora las organizaciones se han limitado a tomar decisiones en base a análisis realizados sobre los datos que tenían más accesibles. Sin embargo, es evidente que ya no es suficiente con tener en cuenta únicamente la información de carácter estructurado, sino que de cara a obtener una ventaja competitiva deben ser capaces de recopilar, integrar y analizar datos provenientes de diversas fuentes y que, en muchas ocasiones, pueden no estar registrados en sus bases de datos tradicionales. Esta información, que denominamos desestructurada, se obtiene para la elaboración de análisis y predicciones y proviene de una gran variedad de fuentes tales como grabaciones de llamadas telefónicas, mensajes de texto, chats, emails y redes sociales”.