Sin duda, la transformación digital ha minorizado el impacto de la crisis causada por el COVID-19. De hecho, según el II Barómetro de la Transformación Digital 2020, 9 de cada 10 encuestados aseguró que este proceso ha sido vital para sobrevivir a esta crisis.
En vista de esta situación, la banca española se ha esforzado enormemente por diseñar una oferta altamente digitalizada, que cumpliese con las expectativas de un cliente más exigente y, por el momento, parece ser una tarea que se está desarrollando con éxito. Y es que, según afirma el VI Barómetro de Innovación Financiera, el 96% de los usuarios ya asegura que dispone de productos alternativos a los tradicionales por medio de estos canales digitales.
Por su parte, el cliente, cada vez con más frecuencia, está interiorizando el uso habitual de estas herramientas. Por poner algunos ejemplos, este último informe asegura que 7 de cada 10 encuestados accede semanalmente a su banca online, 6 de cada 10 recurre a ésta para efectuar pagos, y 8 de cada 10 considera que son un medio esencial para transferir dinero.
Y, precisamente por todas estas crecientes tendencias, la transformación digital ha dejado de ser únicamente un “elemento salvavidas” en esta pandemia y ha pasado a posicionarse como un factor esencial de cara a mejorar la rentabilidad de las entidades bancarias. Por ejemplo, únicamente los cloud services o servicios en la nube podrían ayudar a reducir los costes de estas entidades entre un 20% y 30%.