La crisis sanitaria ha sentado las bases de un entorno mucho más frágil y cambiante, en el que la digitalización es un componente clave. De hecho, esta transformación tecnológica está modificando los modelos de negocio más tradicionales de las entidades bancarias y aseguradoras.
Cada vez con mayor frecuencia las visitas a la oficina se están sustituyendo por actuaciones a distancia o automáticas. Así, los gestores comerciales mantienen una relación telefónica y digital con los clientes en la que, aunque no haya interacción presencial, se siguen ofreciendo los mismos productos y se sigue brindando a dichos clientes el mismo servicio cercano y personalizado.
«En vista de esta transición, y de cara también a retener el talento interno ante esta digitalización, muchas entidades bancarias están incorporando la gestión remota como parte de una propuesta de valor más próxima a los nuevos usos y costumbres de los clientes. De hecho, en los últimos años, estos centros a distancia no han hecho más que crecer tanto en número de gestores, como en número de clientes atendidos, apreciándose una tendencia creciente de estos nuevos modelos», afirma José Luis Cortina, Presidente de Neovantas.